A Sancho BBDO queria dar a seus clientes um presente de fim de ano, por isso reuniu ilustradores e redatores para criar um livro de 12 histórias, em que o personagem principal é Einstein contra personagens e histórias da sabedoria popular.
Einstein Vs. El viejo ese
Texto:
Alejandro Cortés González
Ilustrações:
Jorge Páez, Rigo Abello
Texto:
Alejandro Cortés González
Ilustrações:
Jorge Páez, Rigo Abello
Después de treintaytantos años regreso a mi pueblo y veo sus casitas coloridas, sus montañas en cosecha, sus gentes tranquilas en el parque, y siento, desde el fondo de mi corazón senil, el deseo incontenible de volverlo mierda. Si supiera de armas subiría al campanario de la iglesia donde fui monaguillo y le dispararía a los que me ignoraron cuando caminaba al lado del cura. Si supiera de químicos pondría una bomba en la escuelita donde la maestra me profetizó que sería un fracasado. Si supiera boxear agarraría a trompadas a los hijos de quienes me echaron del pueblo el día que dejé plantada en la iglesia al mostrenco amorfo que el alcalde tiene por hija. Pero no sé de armas, ni de químicos, ni de nada -la maestra acertó-, y si lo supiera, no me serviría porque también me falta valor para cometer algo grande. Ni siquiera lo tuve para dejar el pueblo: me echaron. Fue lo único bueno que la gente de acá hizo por mí. Luego huí. Era de noche. La lluvia hizo lodazales los caminos. ¡Que no se escape ese desgraciado! Ladridos. Disparos. Huir no es un acto de valor. Todas las ratas huyen. Yo no era rata, y para ese entonces, tampoco era un fracasado. Ahora sí, y en parte fue por la escuela que me educó, por la iglesia que me enseñó valores, por el mostrenco amorfo que me enseñó el amor. ¡Cuántas ganas de escupir! ¿Qué puede hacer un viejo con rabia?
¿Maldecir?... No creo en nada que no vea.
¿Dar órdenes?... No hay nadie que me obedezca.
¿Insultar?... Tampoco hay alguien que me tome en serio.
Yo pensando en atacar y ni siquiera sé si pueda defenderme. Uno se defiende con lo que sabe, con lo que aprende, y todo lo que recuerdo de los años de escuela es una miserable frase de Einstein, Mozart, Jesús, uno de esos, que dice que la formulación de un problema es más importante que la solución. Pues lo único que este viejo tiene para arreglar el problema, es una vejiga incontinente y una garganta flemática.

Recorro los senderos peatonales del parque y en el arbusto más florido, donde el vendedor de algodón de azúcar estaciona su carrito, le doy libertad a mi vejiga. ¡Qué linda es la vida cuando trata de equilibrarse! ¡Qué lindo es el pueblo cuando le devuelves algo de lo que te ha dado! También mis escupitajos hacen ver linda la pared de la iglesia, y de la escuela, y de la Alcaldía. Hablo de la belleza de quien por fin ve justicia. Porque la justicia es bella; la belleza es para ser besada; el esputo es el beso del odio. Me parece que la pared de la Alcaldía necesita más belleza y ¡ahhh!...¡Qué lindo es el mundo mientras lo riegas! La belleza, el amor, las flores. Sí, vivir tiene sus momentos bonitos. “¡Oiga señor, eso es prohibido. Ponga las manos atrás que lo vamos a detener!”. “Señor policía, si pongo las manos atrás me salpico y hasta lo puedo salpicar a usted”. Me giro sin terminar de irradiar belleza. “Viejo borracho, ¡¿qué le pasa?! ¿No conoce el dicho de orine feliz, orine contento, pero hágalo adentro?... Esta noche va a chupar celda por mañoso”. Termino. Me intentan esposar. Cierro los ojos y me dejo caer como si sufriera un ataque. “¿Este viejo de dónde viene?”. “No sé, mi sargento. Nunca lo había visto”. “Debe ser un borracho de otro pueblo”. “No, mi sargento. El viejo no tiene tufo”.
“Entonces ¿qué piensa, Cabo?”. “Mi sargento, mandemos a este viejo al hospital y que ellos vean qué hacen con él.
¡Qué tal se nos muera!”.
Vuelvo a abrir los ojos en la camilla del hospital. Estoy en un pasillo detrás de muchas camillas con enfermos que hacen fila para que los atiendan. Huele a muerto. Me levanto y voy al baño. Increíble que todavía sienta ganas de orinar. Me subo en la primera flota hacia la ciudad. Pasa enfrente de la escuela, la iglesia, el parque. Se detiene en la Alcaldía. Dos policías con balde y estropajos lavan la pared. Miro para otro lado. No tuve valor de poner la cara a los veinte años, menos lo voy a tener ahora. Huyo. No creo que eso sea valor. Eso lo hace cualquier rata. Pero yo no soy rata. A lo sumo soy un animal vejigoso y flemático que toma la justicia por su propia cuenta. ¿Un héroe? No sé. Dejémoslo en un justiciero que no necesita máscara. Me voy de mi pueblo. Ese lugar donde nadie supo quién soy.





A equipe criativa de uma agência de publicidade geralmente reúne todos os tipos de talentos: ilustradores, escritores, artistas urbanos, blogueiros, twitteiros, cineastas etc.
Este ano, decidimos dar aos nossos clientes, como presente de Natal, uma amostra desse talento, expresso em um livro, longe das restrições da publicidade.
Este ano, decidimos dar aos nossos clientes, como presente de Natal, uma amostra desse talento, expresso em um livro, longe das restrições da publicidade.
Nós o intitulamos: Einstein vs. Sabedoria Popular.
Geramos mais de 50 histórias, das quais escolhemos as 12 melhores e as ilustramos com as mais diversas técnicas.
por: Hugo Corredor
Geramos mais de 50 histórias, das quais escolhemos as 12 melhores e as ilustramos com as mais diversas técnicas.
por: Hugo Corredor
Prêmios do projeto:
Sol de Bronze - FIAP
Shortlist - Clio Awards
Prata e Bronze - Wave Festival
Prata - El Dorado
Prata - Ojo de Iberoamérica.
Obrigado por assistir!